CARTA AL DIRECTOR
El carril bici de los dólmenes solo es incompatible con la incompetencia política
Hace
tres años las asociaciones de
defensa del patrimonio y del territorio de Valencina y Guzmán convocaron una
masiva marcha en reivindicación de un carril- bici que uniera los dos pueblos.
Los ciudadanos tuvieron que echarse a la calle y reivindicar algo que caía por
su propio peso, ante la incompetencia y los intereses de especulación del
territorio con que se manejan las administraciones locales; más interesados en
construir rotondas y travesías de urbanizaciones fantasmas que en modelos de
movilidad sostenibles. Hace unos
meses comenzaron las obras, justo antes de las elecciones, y con los plazos
propios de los políticos que se lanzan a hacer obras llevados por un ardiente
furor electoral. Pero el destino deparaba una sorpresa que era previsible: la
zona que atravesaba el itinerario propuesto por las administraciones es una de
las más ricas de Europa en patrimonio calcolítico, por lo que a las primeras de
cambio aparecieron tres dólmenes, uno de ellos de un valor incalculable. Este
territorio tiene ese increíble recurso, para su desarrollo y para la ciencia.
Lo que para todos es un recurso, fuente de ingresos y empleo, para un político
con ganas de cortar la cinta es un serio problema. Así los políticos de turno se han subido
en el caballo de Atila, cometiendo una barbarie con el dolmen en medio de un procedimiento
plagado de irregularidades. La vieja política, la de siempre, llevada a cabo
por tres administraciones socialistas, que ningunean a los ciudadanos, que solo piensan en el territorio como
espacio para la especulación y la ambición personal, y que ahora intentan
enfrentar a los vecinos bajo la premisa de " o carril bici o dolmen".
Pero nadie cae ya en sus proclamas infantiles. Esta sociedad ha madurado: el
dolmen y el carril bici son compatibles, pero para ello hay que tener la
inteligencia política de construir un proyecto global de territorio, debe haber
unos plazos razonables, y no electorales, un tratamiento respetuoso y un
trazado lógico. Con lo único que es incompatible el carril bici es con la
incompetencia política, las miras estrechas y las ambiciones personales de los
políticos que, a día de hoy, nos gobiernan.
Eduardo
Pablo Apellaniz Bastero
No hay comentarios:
Publicar un comentario